miércoles, 29 de julio de 2009

¿Por qué son cuestionadas ?

-Principales argumentos en contra
Existen diversos factores que se ponen en evidencia el rechazo a las TICs
Las tecnologías y especialmente las computadoras son objetos que provocan emociones y éstas ayudan a consolidar teorías y argumentos que justifican la relación que las personas establecen con estas herramientas. Por este motivo, existen posiciones muy contrapuestas al respecto. Al decir de O. Sancho (1994), “las actitudes de los docentes se sitúan entre dos polos de un continuo: entre la tecnofobia y la tecnofilia, es decir, por un lado están las personas que rechazan el uso de las nuevas herramientas y que incluso utilizándolas sienten desagrado, puesto que prefieren trabajar sin ellas. En este rechazo aparece explícitamente la idea de que la tecnología representa un peligro para los valores sociales que se persiguen. Pero, además, en la tecnofobia se incluyen aspectos tales como la ansiedad sobre las formas actuales o futuras de interacción con las computadoras u otras tecnologías, las actitudes negativas globales hacia ellas o hacia aspectos concretos como puede ser, por ejemplo, su impacto social como generadora de desigualdades. En el otro extremo se encuentran los que se sienten plenamente incorporados al mundo de la tecnología,…los que están convencidos de que la tecnología equivale a evolución y progreso y son de la idea de que si las escuelas estuvieran adecuadamente dotadas y los profesores adecuadamente formados, los alumnos aprenderían más fácilmente” Así, por ejemplo, la enseñanza asistida por computadoras fue muy buena para la individualización del aprendizaje, puesto que podía adaptarse al ritmo de cada alumno; el lenguaje LOGO cambió la dinámica escolar hacia un aprendizaje más activo; los programas hipertextuales se acercan más a la forma de pensamiento humano; las redes de comunicación proporcionan innumerables vías para el entendimiento entre los pueblos, la aparición de Internet supondría el apoyo a las escuelas y los profesores, etc. Se trata, en definitiva, de una visión optimista y un tanto superficial de la innovación educativa y de los cambios sociales.
: Generalmente quienes piensan en integrar las tecnologías en la escuela lo hacen siempre desde posiciones tecno-reduccionistas y /o antipedagógicas, no pensando en una Tecnología Educativa
: Muchos docentes carecen de competencia tecnológica, ésta es la primera barrera que debe vencerse: comprender el funcionamiento del sistema operativo de su equipo, aprender a manejar los programas principales y el hardware imprescindible. Una vez que el educador ha adquirido esa competencia tecnológica básica, puede empezar a usar las TICs, no sólo para su propia productividad profesional, sino también para su trabajo en clase
: Los docentes generalmente no comprenden las alternativas pedagógicas que les permiten las TICs: el tipo de oportunidades que le brindan y los propósitos para los que se pueden usar en clase (aprender con TICS y aprender de TICs). Para aclararles la situación es muy valiosa la distinción que propone Thomas Reeves quién describe las diferencias que hay entre aprender “de” los computadores y aprender “con” los computadores. Cuando los estudiantes o los docentes están aprendiendo “de” los computadores, estos funcionan esencialmente como tutores. En esos casos las TICs apoyan el objetivo de aumentar los conocimientos y las habilidades básicas de los estudiantes o docentes. En cambio, cuando están aprendiendo “con” los computadores, utilizan las TICs como herramientas que pueden aplicarse a una variedad de objetivos en el proceso de aprendizaje; como “herramientas de la mente”, en palabras de Jonassen . Este segundo tipo de aprendizaje, aunque implica tecnologías más avanzadas, aprovecha mucho mejor el potencial de las TICs y permite el fortalecimiento de capacidades intelectuales de orden superior de la creatividad, de la capacidad investigadora, etc.
Las dos formas de empleo de las TICs en el aprendizaje, son legítimas y pueden ser valiosas. En el primer caso, el de aprender “de” los computadores, se depende normalmente del software adquiridos en el mercado. La oferta de programas de este tipo de buena calidad y en español, es limitada y la compra por parte de la educación pública uruguaya es prácticamente imposible lo que hace que se dependa de acuerdos entre las autoridades de gobierno y de la enseñanza con gobiernos o con las poderosas compañías que poseen la tecnología; este es un camino que puede generar notorias desigualdades especialmente en los países tercermundistas.
: Algunos docentes son usuarios de las tecnologías, pero a partir de los juegos, del uso de Internet o del correo electrónico y llevan a los alumnos a usar las Tics. pero sin el apoyo didáctico adecuado. Hay que reconocer que existe una profunda heterogeneidad con respecto al acceso a la tecnología pero una cosa es que sean usuarios a partir de los juegos, o del uso de Internet o del correo electrónico, y otra cosa es que le den sentido a la enseñanza, que incorporen el trabajo con ellas y puedan entender por qué incorporarlas a la enseñanza; por ejemplo, la constitución de grupos de interés o el trabajo colaborativo con otros docentes de la misma disciplina o de niveles similares. Las tecnologías, en esos casos, se transforman en una excelente herramienta para el proyecto de trabajo. Por otra parte, debemos reconocer la profunda heterogeneidad en la acceso a las tecnologías, es por motivos económicos o de otro tipo. Si los docentes no tienen en sus casas computadoras y no trabajan diariamente en el centro de enseñanza o en un cyber café, la tecnología no forma parte de su propuesta de comunicación y de información, ni de búsqueda para el estudio, es muy difícil que se use en forma autónoma para las clases.
: Hasta tanto no logremos que en los mismos procesos de formación docente, esto es, que los formadores de formadores sean usuarios de las tecnologías, es muy difícil su instalación con sentido en los centros educativos. Los estudiosos de las nuevas tecnologías, tal el caso de Larry Cuban , señala que aún en las escuelas que tienen alto acceso a las tecnologías, no se producen fuertes impactos o cambios sustantivos en los procesos del enseñar y aprender. esto quizás se deba a que se las utiliza “siempre para lo mismo” y no se hacen innovaciones metodológicas
: Generalmente se usan sin investigaciones previas que dieran cuenta de cuáles son las buenas estrategias, y cómo configurarlas para el uso de estas herramientas. Entonces, siempre, el campo de la tecnología educativa va avanzando, pero en una recta de proyección que se instala sin la necesaria investigación que fundamente sus prácticas: investigar los efectos, el valor y los posibles usos de las tecnologías. En el campo virtual se trabaja con determinadas plataformas y se enseña a los estudiantes a que las utilicen y, lamentablemente, se produce poca investigación acerca de qué implica el estudio en esas plataformas, el estudio en pantalla o los requerimientos del trabajo on line. Estas cuestiones tienen, todavía, necesidad de recoger experiencias, compararlas, analizarlas en toda su profundidad. Desafíos constantes que enmarcan la tarea. Por ejemplo para los estudiantes semipresenciales, del interior se usó una determinada plataforma (WEB CT) y ahora Moodle; se les enseña a su utilización y, ¿se produjo la investigación necesaria sobre qué implica el estudio en esas plataformas, el estudio en pantalla o los requerimientos del trabajo on line? o ¿son motivos económicos los que llevan a este cambio que los desorienta?. O sea es necesario recoger experiencias, compararlas, analizarlas en toda su profundidad. Estos son desafíos constantes que tienen que enmarcar nuestra tarea. La interacción del hombre con los productos tecnológicos desde muy temprana edad, y el modo en que éstos impregnan su entorno, son parte determinante de su vida y se constituyen en una condición suficiente para su inclusión en la currícula de todos los niveles.
: Muchos docentes tradicionales temen la pérdida de control que inevitablemente implica la introducción de nuevas tecnologías en el salón de clases enfrentan ante un terreno practicamente inexplorado, piensan que conlleva a la decadencia del ya muy desgastado poder docente, e incluso a la posible supresión de su figura. Cabría decir en este caso, parafraseando a Isidro Moreno cuando ironiza sobre el tema, que el profesor que pueda ser sustituido por una máquina «es que se lo merece». Lo que se esconde tras este temor es más una falta de perspectiva que una remotísima posibilidad. Por más que algún tecnólogo quiera reemplazarlos, por “más chips y pantallas de cristal líquido que se instalen.” Los docentes no pueden faltar. “Lo más importante seguirá siendo el color de sus sueños sobre cualquiera de nosotros. No habrá corazón digital que lo reemplace” . Sin duda el docente que adopta estas herramientas está corriendo un riesgo; por lo tanto, muchos prefieren trabajar con metodologías conocidas en ambientes familiares en vez de buscar generar iniciativas propias.
: la disputa entre imagen y texto. Tradicionalmente el modelo de comunicación que subyace a la educación es el que instituyó el texto impreso. La escuela encarna y se encarga de prolongar este «régimen de saber», porque coincide plenamente con la forma sucesiva y lineal en la que ella misma se concibe. A este modelo mecánico y unidireccional le corresponde la lectura pasiva que está entre los primeros factores de resistencia se recoge la eterna disputa que enfrenta a imagen y texto.
: negarse a aceptar el descentramiento cultural que atraviesa el libro (hasta ahora su eje pedagógico), el cual, siendo importante, en una sociedad multimedia supone un recurso más, utilizan el libro como única fuente de información y no aceptan los aportes de la gran “biblioteca virtual”
: una obstinada ceguera a la pluralidad y heterogeneidad de códigos presentes (hipertextuales, audiovisuales, musicales…). Se culpa a las tecnologías de la crisis de la lectura
: se trata de ignorar que se cuenta con mecanismos de ordenación, relación y divulgación más prácticos e ilimitados que la escuela, ella ya no es el eje central de la transmisión del saber.
: se alejan del entorno de la cultura que rodea a los medios y a las tecnologías de la comunicación, al que considera como un desequilibrio y como una dispersión en el modelo de conocimiento
: se atrincheran en una cultura que se distancia cada vez más del mundo en el que viven/sobreviven los jóvenes, incapaz de ofrecer instrumentos que les permitan apropiarse crítica y creadoramente de los nuevos canales de la comunicación.
: la tecnología es una herramienta nueva y por lo tanto es difícil medir los resultados, al adoptarla de acuerdo con parámetros tradicionales
: los variados significados y enfoques que se le da a Tecnología Educativa
: presentan inconvenientes en su aplicación en la enseñanza sistemática, ya que muchas veces se utilizan como mero factor de modernidad sin tener clara su adecuación y su pertinencia en los procesos enseñanza y de aprendizaje
: generalmente no están integradas en el currículo, el incorporarlas lleva a pensar a muchos docentes que son una carga más que complica aún más el proceso de aprendizaje de sus alumnos
: la integración de estas tecnologías sin tener clara su adecuación y su pertinencia en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de los niveles primario y secundario
: la reproducción en las aplicaciones multimedia de las prácticas educativas tradicionales
: la configuración de los contenidos con estructuras similares a la “clase magistral” o al libro de texto.

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